El crimen organizado ha sido un tema fascinante en películas y programas de televisión durante décadas. Los miembros reales y ficticios de los grupos del crimen organizado de Italia, Rusia, México, Colombia, China y Japón han desarrollado un estatus legendario entre los fanáticos y entusiastas de la historia, convirtiéndose en románticos y heroicos en la mente de millones. Sin embargo, los delincuentes organizados en el mundo real crean innumerables influencias destructivas, actuando como la fuerza impulsora detrás de la mayor parte del tráfico de drogas, tráfico de personas, tráfico de armas y falsificación del mundo. Los delincuentes de cuello blanco se han mantenido al día con las tecnologías y la dinámica global del siglo 21 y se han hecho con los últimos equipos, materiales, armas y experiencia que les darán una ventaja en el mercado mundial. Con las comunicaciones de la Dark Web al alcance de su mano, estos delincuentes se comunican, planifican y supervisan empresas ilegales en todo el mundo de forma casi instantánea y en secreto.
La inteligencia artificial (IA) ha cambiado muchos sectores, incluida la justicia penal, y también la criminalidad. La IA se usa en organizaciones criminales de la misma manera que la usan las empresas legítimas: gestión de la cadena de suministro, evaluación y mitigación de riesgos, investigación de antecedentes del personal, extracción de datos de redes sociales y varios tipos de análisis y resolución de problemas. La diferencia es principalmente una cuestión de legalidad o ilegalidad de los objetivos de la organización dada. La distribución de drogas ilícitas, productos falsificados y armas ilegales implica dinámicas y desafíos similares a los de la gestión de las cadenas de suministro de cualquier mercancía legal. Algunos sindicatos del crimen tienen operaciones en los seis continentes civilizados, y ahora AI los está ayudando a ejecutar esas operaciones de manera más eficiente que nunca.
Afortunadamente, los profesionales de la seguridad pública y de la seguridad privada también tienen acceso a tecnología de inteligencia artificial de vanguardia y están desarrollando nuevas herramientas y técnicas cada año. Una de las aplicaciones más útiles de la IA en la lucha contra el crimen ocurre cuando la IA se combina con gráfico de análisis de enlaces, lo que proporciona representaciones visuales de jerarquías y actividades organizacionales para aclarar la naturaleza de las redes criminales.
La tecnología de IA permite a los investigadores y analistas procesar cantidades masivas de datos en segundos, revelando patrones y conexiones que habrían eludido incluso al más brillante de los observadores humanos. En algunos casos, los algoritmos de IA siguen el dinero para revelar corporaciones ficticias utilizadas por sindicatos del crimen para lavar dinero. En otras situaciones, la IA extrae datos de la Dark Web para buscar información relacionada con empresas delictivas, identifica redes de trata de personas mediante patrones de compra en línea o rastrea el transporte y traza los movimientos de contrabando en el extranjero. Además, la inteligencia de código abierto puede aprovechar los datos no estructurados para identificar vulnerabilidades para medidas de aplicación de la ley disruptivas y de investigación.
En los niveles más bajos de las organizaciones criminales, los traficantes suelen utilizar las plataformas sociales para publicitar productos y servicios ilegales de formas muy hábilmente disfrazadas. A través de la IA, los investigadores pueden crear algoritmos que procesan millones de bits de datos para encontrar patrones en el lenguaje, imágenes e identidades de los usuarios para descubrir actividades ilegales. En situaciones óptimas, el aprendizaje automático permite que la tecnología de IA se adapte a patrones, tendencias e incluso cambios en las actividades, objetivos, estrategias comerciales y jerarquías de las organizaciones criminales.